El Zohar

El Zohar

jueves, 3 de noviembre de 2011

Historias del Zohar

Los trabajos de Gershon Sholem supusieron un mojón importante en la investigación filológica concerniente al Zohar. Este importante erudito confirmó el resultado de sus predecesores probando que todo el Zohar podía atribuirse a Moshé de León excepto las partes llamadas Ra´aiah Mehema y Tikunei ha-zohar que, según él, se deberían a un discípulo del mencionado Kabalista. Logró también precisar las fechas de su redacción, que tuvo lugar entre 1275 y 1286. Un colega de Sholem, I. Tishby, aun aprobando sus conclusiones en los puntos esenciales, propuso una fecha más tardía y, según él, se puede estimar con más seguridad que el Zohar fue escrito a partir del año 1293.
El asunto pareció haber quedado zanjado cuando, en una jornada de estudios consagrados al Zohar y a su época que tuvo lugar en 1988 en Jerusalén, causó sensación una intervención hoy publicada. Un joven investigador, profesor de la Universidad Hebrea, autor ya entonces de varios artículos y de un léxico del Zohar reconocido por todos como un instrumento de gran valor, planteó la cuestión de la redacción del Zohar desde una nueva perspectiva. Al optar por ocuparse de “cómo” se llevó a cabo la redacción de más bien que de “por qué”, Yehudáh Liebes mostró que, aunque M. de León sea el autor de una parte importante del texto fue, como mucho, porta-estandarte de un grupo de cabalistas castellanos cuyas actitudes particulares se reflejan en la obra. El Zohar es la producción unificada de una serie de textos que provienen de discusiones libres y abiertas y por lo tanto se encuentran en él las opciones personales de los miembros de dicho círculo de místicos. La obra sería pues, “fruto de los esfuerzos conjugados de una pequeña comunidad formada por los principales kabalistas españoles y algunos de sus discípulos, conocidos además por la proximidad de sus convicciones respecto de las que se encuentran en el conjunto de los escritos zoháricos…”
Los nombres que se han sugerido además de, por supuesto R. Moshé de León, son los siguientes:Todros Halevi Abulafia, Moshé de Burgos, Iosef Gikatilla, Bajia ben Asher de Zaragoza, Iosef de Hamadan, David den Iehudáh ha-jasid, Iosef ben Shalom Ashkenazi, Iosef Argelino…  

Así es, este hecho, la redacción conjunta de textos “…de una comunidad…conocidos además por la proximidad de sus convicciones…” ¡es también la causa de de la construcción de esta Revista Latina!!!
Este hecho, común en la historia de Tradición mística occidental, vuelve a ponerse de manifiesto en este espacio, en esta época.
Así sucedió en la redacción, o mejer dicho, compilación de los escritos de la Toráh o Pentateuco, realizado en siglo IV AC, por un grupo o equipo de escribas de la escuela de Esdras.
También en la redacción de los libros adjudicados a Jaim Vital, que contenían charlas y discusiones del grupo de Safed, conformado por el ARI y sus cachorros.
A  ellos se les atribuye el Jadash Zohar, Nuevo Zohar, publicado en Venecia en 1621.
¿Y los cuentos jasídicos? ¿No son acaso recopilaciones de hechos y enseñanzas de los seguidores de R. Israel ben Eliezer, conocido cómo el Baal Shem Tov? 

Cual es el tema en cuestión, hacia que objetivo apunto, cual es la intención en este escrito; simplemente señalar que no existe una obra, vinculada con la espiritualidad que no sea el resultado de una discusión “…en nombre del cielo…” con un grupo de almas impelidas con el propósito de actualizar la Tradición.

En el comienzo del Idra Rava, la Gran Asamblea, el R. Shimon bar Iojay, el personaje central del libro del Zohar, comienza su discurso proclamando: “En la amistad deposito mis palabras…”
La amistad, al compañerismo, el amor, condiciones indispensables para que el el aprendizaje promueva la transformación.

Le preguntaron a un maestro jasídico:
-¿Cuál es su misión?...
-¿Mi misión?... ¡Mi misión es cambiar el mundo!!!
-…¿Y cómo va a hacerlo?...
- Empezando por mi mismo…

¿Y como se expreza este cambio? Co-laborando (trabajando con) con aquellos que con-cuerden “…con la proximidad de sus convicciones…” como los autores del Zohar, que no les importó ser recordados, ni siquiera firmaron su libro, esta es una constante en Kabaláh, la seudo-epigrafía, pero les importó contribuir con la trasmisión de un saber, “…fruto de los esfuerzos conjugados de una comunidad…”

Quizás tú, pertenezcas a ella…

                                                   Shalom u´brajá!!!             

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