El Zohar

El Zohar

viernes, 18 de noviembre de 2011

Interpretación:

En la mente de los autores del Zohar, el proceso de exégesis Kabalística, es, en cierto sentido, una imitación del acontecimiento histórico de la revelación.
¿En qué se basa esta aseveración?...
Los sucesos sobrenaturales acaecidos en monte Sinaí, son comparados con el estado de conexión- comunicación-visión de Moisés, aquel que estuvo más cerca de D-os.
Todo el pueblo había alcanzado “las cinco gradaciones superiores”, el nivel de Moisés.
Así pues, la visión zohárica, está arraigada en una antigua tradición rabínica de acuerdo con la cual, la actividad exegética, o el estudio de la Toráh, estaba ligada a la teofanía sinaítica. Varios pasajes en el Talmud y el Midrash incluso subrayan que, a través de la interpretación de la Toráh, se recrean los fenómenos de la entrega de la Ley en el Sinaí.
En el Zohar, la interpretación del texto se encuentra en relación con una visión de la Gloria. Los místicos logran una visión de la Gloria a través del estudio intenso de la Toráh.
¿Dónde sucede este fenómeno?
Por ejemplo, en un lugar leemos que la hermandad mística de Raví Shimon bar Iojai, los javriaiah, son llamados “el rostro de la Shejináh” porque la “Divina Presencia” está escondida dentro de ellos. En otro lugar leemos que Raví Shimon da el nombre de peniel a dos e sus camaradas: Raví Eleazar y Raví Aba pues “ellos vieron el rostro de la Shejináh
Recurriendo una vez más a las fuentes rabínicas más tempranas, allí se establecía una clara relación entre el estudio de la Toráh y la morada inmanente de la divina Presencia.
El Zohar enfatiza una y otra vez que, a través del estudio uno se adhierea, o se une con, la Shejináh.
En cualquier lugar, a quienes están dedicados al estudio de la Toráh, se los llama “camaradas del Divino, alabado sea Ël, y la Comunidad de Israel”, esto es Tiferet y Shejináh, pues cuando ellos pronuncian las palabras de la interpretación, “se adhieren a las alas” de la Shejináh y sus palabras “son creadas y habitan en el seno del Rey” (Zohar III 22a) Para citar un último ejemplo, el Zohar explica la máxima talmúdica (Bablí Ketuot 62b) de que la víspera del Shabat es el momento más apropiado para el deber marital del estudioso, ya que durante la semana este, es decir, el exégeta místico, está en unión con la Shejináh y por ello debe estar separado de su consorte terrenal…
Sin embargo, más allá de todas las fuentes midráshicas y agádicas anteriores, el Zohar subraya que la actividad hermenéutica no es meramente un estado de inspiración divina, sino el mejor medio para contemplar lo divino(véase Zohar I 72a, 92b, 115b, II 200ª, Zohar Jadash 28ª).
Las palabras de la Toráh se parecen a ropajes que cubren la Luz Divina, y solamente aquel, que contempla el sentido esotérico, oculto en las palabras del texto puede de nuevo aprehender esta Luz…
Así, Moshé de León expresó brevemente en uno de sus trabajos hebreos, el Mishkán ha-edut (1293):

Nuestra Toráh sagrada es una Toráh perfecta (toráh temimáh), “toda la gloria  de la princesa real se encuentra dentro”(Ps. 45.14). Pero debido a nuestros grandes y malignos pecados hoy “su vestido está bordado de oro” (ibid) …Así D-os, alabado sea Ël, colocó “una cubierta de piel de delfín sobre este vestido” (Num. 4:6) con las cosas visibles (de este mundo). Y puede ver (lir´ot) y contemplar (lehishtakel) la grande y terrible luz escondida en la Toráh, excepto los supremos y sagrados ancianos (Kadishey ´elion ha-kadmonim) Ellos entraron a su santuario y la luz se les reveló. Ellos le quitaron la máscara.

De los varios niveles de interpretación, el más profundo es aquel que ve el texto como un habeas symbolicum del mundo divino. Cada palabra de la Escritura es potencialmente un símbolo de la vida divina y como tal participa de ésta.
Esto sucede, pues, para los autores del Zohar, la Toráh, en su esencia, no es otra cosa que el Nombre divino, el Tetragrama, que en sí mismo comprende la estructura teosó-fica de las diez gradaciones.
Por lo tanto, la Toráh, concebida místicamente, es idéntica a D-os.
Esta premisa tácita es claramente el principio fundamental que yace detrás de casi cada palabra del Zohar; queda claramente explícito que “el Sagrado, alabado sea Él, es llamado la Toráh” (Zohar II 60a)
Se desprende de ello que el estudio mismo de la Toráh en sí mismo, necesariamente entraña algún tipo de experiencia visionaria de D-os.

Pero ¿dónde se realiza este ejercicio cotidiano?...
¿Cómo se produce este experiencia extra-ordinaria?...

En el Beith ha- midrash…

                                          Continuará…  

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